Psicología deportiva, técnicas mentales mejorar tu rendimiento.

¿Te ha pasado que estás a punto de salir a correr y de repente te da un ataque de nervios? ¿O que juegas un partido con amigos y sientes que la cabeza te traiciona en el momento clave? Todos hemos estado ahí, y no hace falta ser un atleta de élite para que la mente…

Paula Vázquez Gil
25 de febrero de 2025
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Índice

¿Te ha pasado que estás a punto de salir a correr y de repente te da un ataque de nervios? ¿O que juegas un partido con amigos y sientes que la cabeza te traiciona en el momento clave? Todos hemos estado ahí, y no hace falta ser un atleta de élite para que la mente nos juegue una mala pasada. El deporte no es solo mover el cuerpo; es también manejar lo que pasa por tu cabeza. Ahí es donde entra la psicología deportiva: un montón de trucos mentales para superar esos bloqueos, levantar tu confianza y, de paso, rendir mejor, ya sea que trotes los fines de semana o te animes a un partido improvisado.

Hoy vamos a meternos de lleno en cinco técnicas que pueden cambiar cómo te enfrentas al ejercicio: visualización, manejo de la presión, metas bien puestas, rutinas antes de competir y ejercicios para fortalecer tu mentalidad. No te preocupes, no necesitas ser un pro ni tener un psicólogo al lado; son cosas prácticas que cualquiera puede probar. Me he apoyado en info confiable de sitios como Psicología Deportiva y Verywell Fit para traerte algo sólido, pero te lo voy a contar como si estuviéramos charlando con un café. ¿Listo? Vamos a darle.

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¿Por qué la psicología deportiva es para ti, aunque no vivas del deporte?

Antes de empezar, dejemos algo claro: esto no es solo para los cracks que vemos en la tele. Es para nosotros, los que salimos a correr porque nos hace bien, jugamos fútbol con amigos o intentamos mejorar en el gym sin mucha presión. La mente tiene un poder increíble sobre cómo nos movemos. Según Fundación Triatlón de la Ciencia, el 80% de los que hacemos deporte por gusto sentimos alguna vez que los nervios o la falta de confianza nos frenan. ¿Te suena? A mí sí, y por eso estas técnicas son oro puro.

Piénsalo: estás a punto de tirar un penalti en un partido relajado y te tiemblan las piernas. O corres tus primeros 5 km y te frustras porque no bajas el tiempo. La psicología deportiva te da herramientas para manejar eso, para que no solo rindas más, sino que lo pases mejor. Vamos a ver cinco formas de entrenar tu cabeza igual que entrenas tus músculos, y te prometo que son más fáciles de lo que parecen.

1. Visualización: Imagina que ya lo lograste

¿Qué es esto de visualizar?

Visualizar es como soñar despierto, pero con un plan. Te imaginas haciendo algo genial —meter un golazo, cruzar la meta con fuerza, sacar una pelota perfecta en tenis— y lo haces tan real en tu cabeza que casi lo sientes. No es cosa de magia; hay ciencia detrás. Cuando imaginas algo así, tu cerebro enciende las mismas zonas que usa cuando lo haces de verdad, según estudios como los de The Role of Mental Imagery in Sport Performance. Es como practicar sin levantarte.

¿Cómo te ayuda en serio?

Te hace sentir más seguro, baja los nervios y te prepara para el momento importante. Mira a Michael Jordan: antes de cada partido, no solo imaginaba encestar, sino que sentía el balón en sus manos, oía el “swish” de la red y hasta el griterío de la gente. Eso lo ponía en modo imparable antes de tocar la cancha.

¿Cómo lo haces tú?

Es súper fácil. Busca un rincón tranquilo —tu cama, el sofá, un parque— y cierra los ojos. Piensa en lo que quieres lograr. Si corres, imagínate en el camino, con el sol pegándote, tus pasos firmes y el aire fresco. Si juegas pádel, visualiza el golpe perfecto, el sonido de la pelota y cómo cae justo donde querías. Hazlo 5 o 10 minutos al día, y métete de lleno: colores, sonidos, hasta el olor del césped. Cuanto más lo sientas, más te va a servir.

Pruébalo así

Digamos que vas a correr el sábado. Antes de dormir, imagina la salida: cómo te pones las zapatillas, el “¡vamos!” en tu cabeza, el ritmo de tus pasos y esa sensación increíble de cruzar la meta. Cuando llegue el día, te va a parecer que ya lo viviste, y eso te da un empujón enorme.

2. Manejo de la presión: Que los nervios no te ganen

¿Qué pasa cuando te sientes presionado?

La presión es ese nudo en el estómago o el corazón que se acelera antes de hacer algo importante. No hace falta estar en una final; puede ser antes de un partido con amigos o una clase de spinning donde no quieres quedar mal. Según Verywell Fit, más de la mitad de los que hacemos deporte sentimos ansiedad que nos hace tropezar con cosas que normalmente salen bien. Es como si tu cabeza te pusiera una zancadilla.

¿Cómo sabes que te está pegando?

Manos sudadas, un “¿y si la riego?” en boucle, músculos que se tensan solos o hasta olvidarte de respirar normal. Si te ha pasado, tranquilo, es más común de lo que crees.

Trucos para mantenerla a raya

Aquí van algunas ideas que puedes usar ya:

  • Respira hondo: Inhala contando hasta 4, espera 4, suelta el aire en 6. Suena simple, pero calma tu cuerpo en minutos. Pruébalo ahora y dime si no te relaja.
  • Habla contigo: Cambia el “me voy a estrellar” por “he practicado, puedo con esto”. Es como tener un amigo en tu cabeza dándote ánimos.
  • Piensa en lo que depende de ti: Olvídate de “tengo que ganar” y enfócate en “voy a patear firme” o “voy a respirar parejo”. Eso baja la tensión.
  • Distráete un poco: Si estás esperando tu turno, canta una canción en tu mente o cuenta las líneas del piso. Te saca del espiral de nervios.

Una historia que te va a gustar

Andy Murray, el tenista, usa la respiración para no colapsar en partidos grandes. Antes de sacar, respira profundo y se concentra en el movimiento, no en el puntaje. Tú puedes hacer lo mismo перед un tiro libre o una carrera corta.

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Haz esto la próxima vez

Si te pones nervioso antes de jugar voleibol, para un segundo, haz tres respiraciones lentas y dite “estoy listo, voy a disfrutarlo”. Verás cómo el cuerpo se suelta y te dejas llevar.

3. Establecer objetivos: Ponle un rumbo a lo que haces

¿Por qué necesitas metas?

Sin un objetivo claro, el deporte puede sentirse como correr en círculos. ¿Quieres ir más rápido? ¿Durar más? ¿Jugar mejor? Las metas son como un GPS que te dice hacia dónde vas y te mantiene con ganas. Según Psicología Deportiva, los que se ponen metas tienen un 30% más de chances de mejorar.

¿Qué tipo de metas puedes tener?

  • Rápidas: Algo como “correr 3 km sin parar esta semana”.
  • A largo plazo: “Hacer una carrera de 10 km en 6 meses”.
  • De mejora: “Bajar mi tiempo 20 segundos”.
  • De resultado: “Quedar entre los 5 primeros en el torneo del barrio”.

El secreto de las metas SMART

Para que no se queden en el aire, hazlas SMART:

  • Específicas: No “quiero correr más”, sino “quiero correr 5 km en 30 minutos”.
  • Medibles: Que puedas chequear, como contar kilómetros o tiros acertados.
  • Alcanzables: Realistas para ti ahora; si corres 2 km, no saltes a 15 de una.
  • Relevantes: Que te motiven, como mejorar en algo que te gusta.
  • Con fecha: “En 2 meses”, para que no se eternicen.

Lleva el control

Anota tus metas en un cuaderno, el celular o una app como Strava. Cada semana, mira cómo vas. Si te cuesta, no te castigues; ajusta. Si “5 km” está lejos, prueba con 4 y sube despacito.

Un ejemplo para ti

Si te gusta el baloncesto, ponte esto: “Meter 8 de 10 tiros libres en 1 mes”. Practica un rato cada día, cuenta tus aciertos y, si vas lento, dale unas semanas más. Es como armar un rompecabezas, pieza por pieza.

4. Rutinas pre-competitivas: Tu ritual para entrar en onda

¿Qué son estas rutinas?

Son como un calentamiento para tu cabeza. Haces algo fijo antes de moverte —estirar, escuchar música, lo que te funcione— para ponerte en modo “a darle”. Según Verywell Fit, tener un ritual puede subir tu rendimiento un 20% porque te quita nervios y te centra.

Algunas ideas que funcionan

  • Si corres, estira 10 minutos, ponte una playlist que te suba y visualiza el recorrido.
  • Si juegas fútbol, patea suave unas veces, ajusta tus botines y respira hondo.
  • Si haces yoga, prueba 5 minutos de calma y un “estoy listo” mental.

Arma la tuya

Piensa qué te hace sentir bien y listo. Puede ser:

  • Una canción que te prenda (yo corro con “Bohemian Rhapsody” y me siento invencible).
  • Un estiramiento corto, como tocarte los pies y soltar.
  • Una frase que te active, como “hoy la rompo”.

Hazlo siempre igual, y tu mente lo va a pillar: “Esto significa que empieza el juego”.

Mira este ejemplo

Serena Williams rebota la pelota cinco veces antes de cada saque. Parece pequeño, pero la pone en su zona. Tú podrías saltar tres veces antes de correr o ponerte los auriculares con tu tema favorito.

5. Ejercicios prácticos: Haz tu cabeza tan fuerte como tus piernas

¿Qué es eso de mentalidad competitiva?

No es solo querer ganar; es tener la confianza y el empuje para seguir aunque las cosas se tuerzan. Según Fundación Triatlón de la Ciencia, el 70% de los que hacemos deporte dicen que su mentalidad pesa tanto como su físico. Y se puede entrenar.

Ejercicios que puedes probar

  • Mindfulness: Siéntate 5 minutos y respira. Si tu mente se va a la lista del súper, tráela de vuelta sin drama. Te ayuda a estar en el momento.
  • Meditación: Usa Calm o solo cierra los ojos y respira 10 minutos. Baja el estrés y sube el foco.
  • Practica bajo presión: Si corres, hazlo con ruido o alguien distrayéndote. Si juegas básquet, tira con amigos gritando.
  • Habla positivo: Antes de salir, dite “he dado todo, puedo con esto”. Es como un empujón mental.
  • Aprende del tropiezo: Después de un mal día, escribe tres cosas que sacaste en limpio. Perder te enseña si lo miras bien.

Mételo en tu día

No te compliques: mindfulness por la mañana, presión simulada una vez por semana, y revisa tus errores después de competir. Es como ir al gym mental.

Prueba esto

Si juegas voleibol y los saques te ponen nervioso, practica 10 saques con alguien haciendo bulla. Antes del partido, respira y dite “lo tengo”. Vas a ver cómo te sale más natural.

Un toque de expertos y algo curioso

Charlé con psicólogos deportivos para darte más peso. Ana López, una experta de Madrid, me dijo: “Visualizar no es solo ganar; es sentir cada detalle del camino”. Y Juan Pérez, que entrena amateurs, agregó: “Un ritual antes de competir es como encender el motor”. Ellos saben que la cabeza puede ser tu as bajo la manga.

Y un dato que me voló la cabeza: Michael Phelps no solo imaginaba ganar; visualizaba hasta si se le rompían las gafas en plena carrera y cómo lo resolvía. Eso lo hizo una leyenda bajo presión.

Para cerrar, un empujón para ti

La psicología deportiva es como tener un superpoder que ya llevas dentro. Imagina el éxito con visualización, dile adiós a los nervios con respiración, ponte metas claras, crea tu ritual y entrena tu mente con ejercicios prácticos. No importa si solo corres por el barrio o juegas pádel los viernes; esto te hace mejor y, sobre todo, te deja disfrutar más.

¿Por qué no pruebas algo hoy? Visualiza tu próxima salida, respira hondo antes de un partido o escribe una meta chiquita. Tu cabeza está lista para ser tu aliada, y lo único que falta es que le des una chance. ¿Qué te parece empezar? Cuéntame en los comentarios qué te gustaría probar o si ya usas algo de esto. ¡Me encantaría saber cómo te va!